Travel Journal: Samaná
8/18/2017
My incredible country is well known for its beautiful beaches and crystal clear waters. However, today I want to share my trip to Samaná with you, Dominican Republic; a trip that exemplifies how much this little island has to offer in the form of outdoor adventures.
On our way to Samaná, we made a stop at Salto de Socoa, Monte Plata, a beautiful waterfall surrounded by green foliage. It’s easily accessible and parking is just US$1.00, plus US$1.00 also charged per person for entry. After a dip in the water, we continued on our road trip.
As we edged closer to Los Haitises National Park, the surrounding vegetation just completely changed into a breathtaking tropical forest!
When we arrived in Samaná town, we were met by a beautiful port and seaside park, just across the street from the colorful buildings where shops and restaurants operate from. Samaná is located in one of the 32 Dominican Republic provinces by the same name, is a unique city characterized by distinct architecture and vivid, cheerful and intense colors.
The Atlantic Ocean skirts the peninsula from the north and the east. Its main attractions are its beaches where the deep turquoise waters, extensive sand-scape, coconut palms and palm groves will make you feel like you’ve just entered an earthly paradise. There may be no place in the Americas with more untapped tourism potential than this peninsula.
Samaná is visited every winter by the entire Atlantic population of humpback whales, who have migrated to the Samaná Bay for thousands of years to mate and give birth. This makes it one of the best whale watching locations in the world from late January until mid-March.
After our stop, we continued on our trip to La Güazuma, Las Galeras. We stayed in an awe-inspiring place called Casa El Paraíso (click here to learn more about this place). This is an excellent choice for those who enjoy nature.
To find the best eco-tourism experience possible, we went literally to the end of the road, to the sleepy hamlet of Las Galeras. Here, the beaches are truly isolated and untouched; it's possible to spend an entire day relaxing on the beach surrounded by just a few other people. We traveled by boat to Frontón Beach, Madana Beach and Rincón Beach.
Frontón Beach
You can get here by walking the trails that lead to the beach. This takes approximately two hours, but it's easy to get lost, so it is recommended that you hire a local guide or preferably, come by boat like we did. You can explore the beach with peace of mind and it is a worthwhile experience. The boats are taken from Las Galeras (approx. RD$3,000.00) to Frontón (RD$1,000 per person for groups of four or more). This beach is considered one of the most beautiful in the Dominican Republic with crystalline turquoise waters, surrounded by beautiful natural landscapes as far as the eye can see.
On one side of Frontón there is an impressive cliff overhang several meters high and on the other side, the ocean extends out into the horizon.
On one side of Frontón there is an impressive cliff overhang several meters high and on the other side, the ocean extends out into the horizon.
In tandem with the main beach, there are also two small beaches within walking distance of the coast. It’s a white-sand beach full of coconut palms trees, almond trees, some cacti and other shrubs. Frontón Beach leaves breathless anyone looking for a getaway to an untouched, virgin landscape.
Rincón Beach
Picture-perfect Rincón has soft, white sand and multi hued water ideal for swimming; it stretches an uninterrupted 3km with a backdrop of thick palm forest. Several restaurants serve seafood dishes and rent beach chairs, making this a great place to spend the entire day. We ate delicious fresh sea food, literally caught moments before! We then took a swim and spent the rest of our time soaking in the sun.
This was a really fun road trip and 100% recommended! Samaná is beautiful and has much more waiting to be discovered by you.
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Mi hermoso país es bien conocido por sus hermosas playas con aguas cristalinas. Hoy quiero contarles sobre mi viaje a Samaná, República Dominicana esta pequeña media isla está llena de aventuras al aire libre.
De camino allí hicimos una parada en el Salto de Socoa, Monte Plata, una hermosa cascada rodeada de vegetación, es fácil llegar y cuenta con estacionamiento por RD$50.00 y de entrada RD$50.00 por persona. Después de un chapuzón en estas aguas continuamos nuestro viaje por carretera.
Cuando uno se está acercando al Parque Nacional Los Haitises, la vegetación alrededor de la carretera cambia completamente, ¡Es impresionante, se torna en un bosque tropical!
Luego llegamos a la ciudad de Samaná con un hermoso puerto y un parque junto al mar, justo al otro lado de la calle se encuentran coloridas casitas, que albergan tiendas y restaurantes. Samaná ubicada en una de las 32 provincias de República Dominicana del mismo nombre, es una ciudad única caracterizada por su arquitectura particular y porque las fachadas de las casas están pintadas en colores alegres y brillantes.
El Océano Atlántico bordea la península por el norte y el este. Sus principales atractivos son sus playas con aguas turquesa profunda, arena extensa, cocoteros y palmeras. Samaná es visitada cada invierno por toda la población atlántica de ballenas jorobadas, que han acudido a la Bahía de Samaná durante miles de años para aparearse y dar a luz, convirtiéndola en uno de los mejores lugares del mundo para la observación de ballenas desde finales de enero hasta mediados de marzo.
El Océano Atlántico bordea la península por el norte y el este. Sus principales atractivos son sus playas con aguas turquesa profunda, arena extensa, cocoteros y palmeras. Samaná es visitada cada invierno por toda la población atlántica de ballenas jorobadas, que han acudido a la Bahía de Samaná durante miles de años para aparearse y dar a luz, convirtiéndola en uno de los mejores lugares del mundo para la observación de ballenas desde finales de enero hasta mediados de marzo.
Continuamos nuestro viaje a La Güazuma, Las Galeras. Nos alojamos en un lugar increíble llamado Casa El Paraíso (haz clic aquí para aprender más sobre este lugar), una excelente opción para aquellos que gustan de disfrutar de la naturaleza.
Para encontrar la experiencia más ecoturística posible, fuimos al final literal de la carretera al pueblo de Las Galeras, donde hay playas tan aisladas y con una serenidad tal que es posible pasar un día entero descansando en la arena con sólo unas pocas personas alrededor. Fuimos en yola (bote) a Playa Frontón, Playa Madana y Playa de Rincón.
Playa Frontón
Se puede llegar caminando por senderos que llevan a la playa aproximadamente dos horas de trayecto, pero es fácil perderse, así que es mejor contratar a un guía local preferiblemente, o ir en bote como nosotros, se puede explorar y acampar con la paz del lugar. Es una experiencia que vale la pena, cuesta RD$3,000.00 a Playa Frontón, Madama y Rincón y te esperan en cada lugar o RD$1,000.00 por persona para grupos de cuatro o más. Los barcos se toman desde Las Galeras. Se considera una de las playas más bellas de la República Dominicana con cristalinas aguas turquesa y rodeada de hermosos paisajes naturales.
Playa Frontón es una playa de gran belleza, de un lado hay un acantilado impresionante de varios metros de altura y el otro lado el océano que se extiende hasta el horizonte. Está la playa principal y dos pequeñas playas a poca distancia de la costa. Es una playa de arena blanca llena de palmeras, almendros, cactus y otros arbustos. Playa Frontón deja sin aliento a cualquiera que busque una escapada a un entorno virgen.
Playa Rincón
Playa Rincón, de arena suave y blanca, agua buena para nadar, se extiende ininterrumpidamente por 3 km con un telón de fondo de hermosas palmeras. Varios restaurantes sirven platos de mariscos y pescados y tienen sillas de playa de alquiler, lo que hace de este un gran lugar para pasar todo el día. Comimos deliciosa comida de mar allí, nos dimos un baño y pasamos el resto del día.
Este fue un muy divertido viaje por carretera ¡100% recomendado! Samaná es hermoso y tiene mucho más que descubrir.
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